La Candelaria
La fiesta de la Candelaria se celebra el 2 de febrero; aún queda el olor a ramas de pino ya seco. La fiesta arranca de la antigua tradición hebrea de la purificación de toda mujer después de un parto que habla de que cuarenta días después del nacimiento de un hijo, la madre iba al templo, llevando un cordero o una paloma para sacrificarlos. Una vez consumado el sacrificio, la mujer quedaba limpia de su “impureza legal”, María, como era pobre llevó dos tórtolas.En oriente y al principio también en occidente, la conmemoración más importante era la del encuentro de Jesús con Simeón y ya desde el siglo V se tienen noticias de la celebración en Palestina de este acontecimiento por medio de una procesión con velas o candelas.
En la Nueva España se continuó la tradición y costumbres religiosas. Los misioneros del siglo XVI transplantaron las conmemoraciones, inesperados en el texto de Simeón en ese llevan la “luz para iluminar a los gentiles”.
Semana Santa
Semana Santa o “Semana mayor” como se acostumbra nombrar, era tiempo y aún lo es para gran número de creyentes en que se descartaban paseos y fiestas, en que latía un espíritu de recogimiento, en el que no podían faltar los ejercicios espirituales o días de retiro; costumbres y prácticas que con el tiempo se han ido olvidando.
La Semana Mayor empieza el Domingo de Ramos, que conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Es una constante curiosa entremezclar lo cristiano con algunas reminiscencias de sabor pagano por ejemplo colocar palmas, una vez benditas, en puertas y cabeceras de cama, para su protección. En algunos lugares se acostumbra intercalar ramos de romero, que, según se dice, alejan las tempestades.
El jueves Santo, día que se celebra la institución de la Sagrada Eucaristía durante el acto conocido como la “Ultima Cena”.
La Independencia
Forjar una nación no es pequeña ni corta empresa, requiere tiempo, suele cobrar pagos de dolor y sangre, pero al final va logrando su evolución y desarrollo. Septiembre es un mes que recuerda hombres y fechas, acciones e ideas que abrieron brecha al paso de nuestra nacionalidad e independencia. La historia, encierra episodios que nunca serán borrados.
Como parte del folklore nacional, en todo el territorio brotan las bengalas que con sus brillos iluminan alegres el cielo que envuelve a una de nuestras más importantes fiestas patrias. Brillantes chispas van cayendo a lo largo de este simbólico mes, que encienden con festejos pueblos y ciudades en todas sus calles principales, las cuales se engalanan con banderas, cadenas de papel o hileras de focos tricolores. Cuando es posible, los artesanos electricistas realizan, representando sobre fachadas de edificios públicos, símbolos patrios o incluso las propias figuras de los héroes nacionales.
Día de Muertos
Luto y alegría, tragedia y diversión, sentimientos del mexicano que tiene miedo a morir, pero que a diferencia de otros pueblos, los refleja burlándose jugando y conviviendo con la muerte lo que ha dado lugar a diversas manifestaciones de arte, sin freno a la imaginación.Los geniales grabados del maestro José Guadalupe Posada, que “reanima” a la muerte interpretando los sentimientos populares y convirtiendo en “calavera” lo mismo al presidente que al torero.
Año con año se acostumbra las también llamadas calaveras, versos en los que se ridiculiza a cualquier personaje vivo, de la política, de la ciencia o de las artes. La muerte es también tema de inspiración de canciones populares.
Esta fiesta en todas sus manifestaciones es más pagana que cristiana. El día 2 de noviembre es dedicado a los fieles difuntos por la Iglesia Católica y siendo los mexicanos casi en su totalidad creyentes, empiezan este día rezando por sus difuntos y acaban por brindar a su ¡salud!
Haciendo un poco de historia encontramos que se rinde culto a los muertos desde la época prehispánica; así vemos las ofrendas dejadas junto al difunto con todo lo que pudiera serle útil en su viaje para llegar al mundo de los muertos. Actualmente, as ofrendas son un rito respetuoso que se prepara para recordar a los que se han ido y que, según la creencia, regresan este día para gozar lo que en vida más disfrutaban, así, sobre una mesa se disponen platillos tradicionales: mole verde y rojo, calabaza en tacha, tamales, aguas frescas, todo esto lo adornan “calaveritas” de azúcar que llevan en su frente nuestros nombres.
La Virgen de Guadalupe
Es indiscutible que una de las más grandes fiestas celebradas en México es el día de la Virgen de Guadalupe. Se trata de una Virgen morena que en 1531 se aparece en el cerro del Tepeyac a un sencillo indito, Juan Diego, el más humilde de sus hijos, para convertirse en la Madre de una nueva raza: “los mexicanos”,
Desde el momento en que deja su imagen estampada en la burda tilma de ixtle, la fe y devoción por la Guadalupana se ha mantenido por casi 450 años. Ella y sólo Ella, logra acoger con absoluta “igualdad” a pobres y ricos, niños y ancianos, enfermos y sanos, todos van a postrarse ante sus pies el 12 de diciembre.
La Navidad
Dale, dale, dale, no pierdas el tino, porque si lo pierdes, pierdes el camino… Cántico que se empieza a oír por todos los rumbos y que nos despierta el sentido que algo importante va a suceder. Para los que nacimos en México sabemos que han comenzado las posadas que son la preparación para celebrar la Navidad. ¿Qué aspectos emergen de nuestra nacionalidad mestiza para prepararnos para la Navidad?
Posadas, pastorelas, villancicos, nacimientos, piñatas y flores de nochebuena, son aportaciones tan nuestras que ya hemos querido olvidar sus orígenes. Aquel teatro medieval donde nació la pastorela como representación popular lo tenemos aquí y ahora en nuestras plazas, con el diablo picaresco que sopla malas palabras a esos inocentes pastorcillos que cantando villancicos van anunciando la gloria del Nacimiento del Niño Dios
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